Urbina 65
En medio de una epidemia surge Urbina 65. Como consecuencia de las múltiples reflexiones que nos dejó la pandemia del 2020, destaca para el equipo el impacto y las consecuencias físico-psicológicas que pueden permear en el ser humano, la deficiencia en la habitabilidad de la vivienda junto con la nula atención en la calidad espacial de los proyectos, así como los lugares poco sensibilizados para la estancia 24/7 de sus usuarios durante incierto tiempo prolongado. Urbina 65 es un ejercicio con vocación habitacional para renta temporal, con 105 m² de huella de desplante, se sitúa a 2.8 km del mar y cuenta con ocho habitaciones. Las reflexiones surgen en torno a la dignificación del espacio mínimo para habitar y a la sistematización de módulos de vivienda. El proyecto se encuentra localizado en un barrio popular de la ciudad de Mazatlán. La materialidad toma como lenguaje la lectura de la arquitectura a su alrededor, la cual se ha realizado en su mayoría a partir de la autoconstrucción o de la construcción no terminada. Mediante una reinterpretación suavizada del contexto, se implementa block pigmentado como material principal del proyecto, los sistemas de antaño en las protecciones de los canceles y el folklor en su máximo esplendor sobre las herrerías de las viviendas a los alrededores, que inspiran en la implementación de circulaciones verticales visibles en fachadas a partir de herrerías y rejillas. Con la intención de generar diálogo entre cada uno de los módulos que componen la geometría total del edificio, se interponen pausas, mediante la implementación de patios internos de respiro, mismos que bañan de luz a cada uno de los módulos de la vivienda. Grandes ventanales en la fachada norte, se integran al diseño con la intención de atrapar el paisaje externo, que pretende abrirse a entender el barrio en donde se encuentra situado el proyecto para entablar conversación con dichas aperturas lejos de cerrarse para ser silenciado, armoniza los tránsitos y sus recorridos como pulmón y filtro durante las estancias con la vegetación situada en todas sus áreas comunes.
Créditos
Georgette Guzman, Proyecto en colaboración con EPArquitectos Fotografía: Oscar Hernández.